24.07.19
Educación emocional desde el útero materno
El parto es un evento neurohormonal, único, con un diálogo constante entre dos cerebros, el de la madre y el del bebé.
El bebé en su vida intrauterina vive un ambiente emocional concreto, se mueve con su mamá, escucha su voz por dentro, se alimenta de lo que ella come, duerme con ella, se ríe, llora o se emociona con ella, nota si está estresada, si se siente atendida, si tiene miedo o si sufre por algo… Por esto, durante ese tiempo, aprende su manera de relacionarse con el mundo”.
No hay estudios científicos que demuestren claramente qué siente un bebé dentro de la panza, pero hay algunas sopechas y pseudo-conclusiones.
Se cree que el bebé percibe los estados emocionales maternos, como nervios, estrés o estados de felicidad, en relación a la liberación de hormonas que se producen. Ante un estado de estrés materno, aumenta la liberación de cortisol y adrenalina, y eso podría sentirlo. Por su parte, con la felicidad aumentan los niveles de serotonina que podría atravesar la placenta.
• Las mujeres que durante la gestación presentan altos niveles de estrés y de ansiedad tienen un mayor riesgo de aborto espontáneo, parto prematuro y dificultad en el periodo expulsivo, provocando un aumento en la instrumentalización del parto y cesáreas.
• El estrés materno aumenta de cortisol, hormona asociada con un mayor riesgo de presentar problemas neurobiológicos y conductuales en la infancia, tales como TDAH, retraso en el desarrollo del lenguaje, mayor riesgo de autismo, ansiedad y esquizofrenia en la vida adulta.
• El crecimiento y desarrollo del feto también se ven afectados por el estrés agudo de la madre, puesto que altera el medio fisiológico del útero, aumentando el riesgo de bajo peso para la edad gestacional y menor perímetro craneal, alterando el desarrollo metabólico y deteriorando la función inmune y neuroendocrina del bebé.
• De igual forma, los niveles de ansiedad durante la gestación también se han relacionado con tasas más elevadas de depresión postnatal y con problemas de vinculación con el bebé.
El feto es altamente vulnerable a la influencia de experiencias adversas que pueden tener efectos negativos duraderos en el bienestar físico y psicológico (Sameroff y Chandler, 1975).
El niño va a ir modelando su potencial genético en función de las respuestas que obtenga en las relaciones que establezca con el mundo exterior. Por ello es necesario cuidar todo lo relacionado con la salud de la madre y del niño en el periodo de la vida prenatal.
Es importante evitar las condiciones ambientales de riesgo ya que estas pueden causar cambios en la arquitectura cerebral y en funcionamiento de los circuitos cerebrales. No podemos olvidar que la salud de la madre influye en la salud y desarrollo de su hijo.
Durante el embarazo, los cambios que la mujer experimenta no sólo son funcionales para la formación del embrión y el feto sino también emocionales para la progresiva incorporación cognitiva y emocional del futuro niño en la familia.
Desde el punto de vista emocional el embarazo se caracteriza por una creciente sensibilidad emocional y una necesidad de revisar y comprender los vínculos primarios para poder vincularse afectivamente con el recién nacido (Bydlowski, 2007)
¿Por qué puede ser infeliz una gestante ?
• Por ansiedad o depresión clínica
• Por una mala relación con la pareja (el padre puede desempeñar un importante papel si consigue que la madre sea feliz).
• Por estrés laboral
• Por falta de apoyo familiar o enemistades
• Por estar atravesando un duelo
¿Cómo cuidar el bienestar emocional de la mujer embarazada?
• Mímate mucho, si te mimas, estarás mimando a tu bebé.
• Intenta dormir lo que necesites.
• ¡Muévete! El ejercicio ayuda a liberarnos del estrés. Encuentra aquello que te haga sentir bien .
• Mira obras de arte
• Apóyate en los tuyos, pide lo que necesites.
• Cuida tu alimentación.
• Encuentra un grupo de embarazadas con el que compartir tus experiencias.
• Escucha música suave
• Pide ayuda profesional si lo necesitas
• Piensa en positivo
Ahora sabemos, gracias a extensa documentación, que las enfermedades de la edad adulta tienen su semilla al comienzo de la vida, en la concepción y en la gestación
• Nadie pregunta a las mujeres embarazadas sobre su estado emocional o su relación con la pareja. Es como si no formara parte de los cuidados de las embarazadas.
• Podemos ayudar a la madre a sentirse menos estresada, ansiosa o deprimida, de esta forma ayudaríamos al futuro niño.
• Una sana interacción madre-hijo es fundamental para el desarrollo de los niños y adultos sanos.
• Sabemos que el bebé es tremendamente sensible a su entorno: temperatura, alimentación, tóxicos… y a las emociones de su mamá.
• ¿por qué no cuidamos a la embarazada?, ¿por qué no creamos jardines y lugares hermosos y seguros para que pueda pasar el día junto con otras embarazadas?,, ¿por qué la embarazada no tiene acceso a mejor música, a cuadros y obras de arte que le permitan meditar?, ¿por qué tiene que soportar el abuso verbal, aunque entendible por la reacción compulsiva de los neuropéptidos de la gente (sus madres también fueron abusadas), mientras camina por la calle?
La imaginación desempeña un papel muy importante . Si la mamá imagina que el ser que está gestando será sano, inteligente, amoroso, pacífico...y que se concentre en estas imágenes, de esta manera las fuerzas del subconsciente lo llevarán a cabo y se irán imprimiendo poco a poco en el bebé.
Las mamás que conversan con sus hijos durante la gestación mantienen una comunicación telepática con ellos durante toda la vida, además estos niños tienen más empatía y más facilidad de concentración.
Un estudio realizado en Bristol donde se reunieron 14.000 mujeres embarazadas a las que se le mido del grado de ansiedad mediante un test con un posterior seguimiento se demostró que el 15% de madres que mostró un grado alto de ansiedad, duplicaba el riesgo de que el niño manifestara problemas de atención, déficit de atención y trastornos como la hiperactividad comparados con el resto (75%) que no mostraba ansiedad .
Mira el video desde minuto 8 al 12 , en forma esquemática , describe como afecta el cortisol al bebé